No me puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde que publiqué una entrada por última vez.
Han pasado tantísimas cosas este último año, muchas de ellas difíciles de interiorizar aún; pero he sobrevivido, sigo aquí y he vuelto a empezar a escribir a pesar de que después de un desafortunado accidente, en el que un pitbull casi me destroza la mano derecha dejándome una cicatriz de cinco centímetros y una tendinitis que aún no saben si tendrán que operarme o no.
Si tengo suerte y sigo perseverando (y la mano me deja, ya que hay veces en las que el dolor me incapacita), espero poder publicar mi primer libro en Navidades (¡la idea me hace feliz!), y así poder empezar un nuevo año con buen pie.
Año nuevo, vida nueva, como dice el refrán.
¡Y qué ganas!
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Tus palabras serán leídas en cuanto acabe de delinear los abdominales del próximo protagonista masculino,... ¡ejem! Quiero decir, en cuanto tenga un hueco de tiempo.
Recuerda que el respeto es la base de la civilidad, por favor.
P.D.: NO, Hades, no voy a hacer que Iraina pierda sus poderes y sea encerrada en un manicomio humano en el próximo libro, por muy divertida que te parezca la idea. Así que deja de intentar convencer a tus hermanos y padres para que me bombardeen con mensajes al respecto y compórtate de una vez.